viernes, 27 de noviembre de 2009

Honduras. el ejemplo a seguir ...

Opinión

Rafael Pinto
ND

Honduras, la punta del hilo

Noviembre 27, 2009

Las elecciones hondureñas van a representar un acontecimiento interesante en materia de las relaciones entre los países latinoamericanos. Inicialmente, su legitimidad va a depender del pueblo hondureño, si la asistencia a las mesas es masiva, como es de esperarse, por cuanto el evento representa la salida a la crisis, lavará cualquier signo de duda que se quiera adosar. Solo prácticas terroristas, desarrolladas por los partidarios de Zelaya, hará que los electores decidan abstenerse y mostrar un fracaso; como previsión de tales hechos se han movilizado elementos de seguridad oficial, que de tener éxito podrá facilitar el proceso.

opinan los foristas

Como es conocido, los Estados Unidos, a lo que podría sumarse la comunidad europea, van a reconocer el proceso electoral y sus resultados, por cuanto, independientemente del análisis de los acontecimientos desarrollados durante el mandato de Zelaya y el de Micheletty, este representa la manera democrática para alcanzar una solución aceptable. Entonces, electo un presidente, se pasa la página y es posible continuar.
Para Honduras, esos reconocimientos permiten reiniciar los intercambios comerciales, procurar la estabilidad económica y el desarrollo social. Lo internacional será un escenario a rehacer, sin embargo, resuelto el modus vivendi tendrá tiempo para allanar y superar lo demás con relativa calma.
Lo concreto es que las elecciones van, habrá un nuevo presidente que la comunidad internacional reconocerá más temprano que tarde. Sin embargo el proceso muestra escenarios interesantes.
En primer lugar Brasil, qué hará. Después del desaguisado ocurrido en su embajada, podría insistir en su tesis y no admitir los resultados, arriesgándose a quedar solo en el tiempo, para al final tener que torcer el brazo y reconocer al nuevo gobierno. Y si acepta la dinámica electoral, cómo queda su actitud con respecto al hasta ahora alojamiento de Zelaya. En este momento Brasil está en un callejón con solo salidas perder - perder.
Argentina a dónde va a jugar, con los Estados Unidos o con el Alba. ¿Será que los K se vincularán con la tesis antisemita de Chávez y tirarse encima al “imperio” cuando su situación interna se le desborona? Lo veo difícil, pero si lo hace se amarra al destino que le quiera y pueda dar Chávez, situación a la cual no se le arrienda ganancia. Los K están fuera de juego.
Luego los países de la región, sino desde un principio, poco a poco irán reconociendo al nuevo presidente. La OEA hará lo que decidan los gobiernos miembros. Con el tiempo habrá una mayoría que suspenda las sanciones y lo reconozca. Eso pasará y en ese momento que hará Chávez y sus beneficiados.
Finalmente queda la comunidad del Alba. La locomotora del tren Alba está a punto de parar. Su único combustible, el dinero venezolano se está despidiendo. Puede ser que los beneficiarios de las bondades chavistas comiencen a sacar cuentas, viendo que al futuro las finanzas merman y nada quedará que los una a esa locomotora, se preguntarán: ¿Se van ya y comienzan a buscar salvavidas mediante su inserción en la economía regional e internacional o continúan atados a Chávez hasta que se acaben las dádivas? Muy pronto se definirá el futuro del Alba y veremos una aproximación válida en las próximas asambleas de la OEA.
Hugo Chávez lleva a Venezuela a vivir una difícil situación. En virtud de su necesidad de mantener el “liderazgo”, fuertemente afectado por el fracaso en Honduras, buscará salir a flote con la única arma que tiene, el dinero. Entonces, es de esperar que oriente las finanzas hacia sus favorecidos, y como éstas están escasas, no alcanzarán para las importaciones, por lo tanto habrá mayor desabastecimiento.
Es de esperar que se atice el conflicto con Colombia para distraer a la población, por una parte, y por la otra intentar sumar partidarios internos y externos a su confrontación anti norteamericana. Al final, este tema se agotará, Chávez y Venezuela se aislará, quedando solo la chequera para comprar alianzas hasta que se le termine el dinero al país.
Zelaya irá a donde lo mande Chávez. Quizás tras su figura se desarrollen guerrillas procurando la desestabilización institucional hondureña, se entenderá financiada por Chávez con el tesoro público venezolano. Ese puede ser un momento estelar, cuando lleven a Venezuela a la OEA para sancionarla por desarrollar prácticas terroristas contra otro Estado.
Chávez siempre se ha sentido inmune por tener control sobre el petróleo, sabe que es escaso y los países lo necesitan, valido de esa tesis lo usa para forzar alianzas que apuntalen sus particulares intereses. Esta situación motivará a los Estados Unidos a buscar liberarse definitivamente de esas ataduras.
Una que vienen implementando es la sustitución de sus importaciones de hidrocarburos venezolanos por los de países que le son amigos, es de esperar que en estos tiempos, cuando hay excedentes potenciales de producción en el mundo, esto lo logre cuando quiera. Además habría que incluir un descenso del consumo por la adopción de fuentes energéticas alternativas.
De darse los escenarios estadounidenses, Venezuela solo tendría importantes clientes distantes, como lo puede ser China, donde los costos de distribución se maximizan, pagados con el patrimonio nacional, por una parte y por la otra habría que montar refinerías capaces de procesar nuestros pesados crudos, por lo que las ganancias serán menores, poco habrá para las importaciones y con una industria local asfixiada.
Esta situación llevará a más pobreza, Chávez no podrá comprar conciencias bien dentro como fuera del país, su sostén se fundará en la capacidad del régimen venezolano aliado con el cubano para someter por la violencia a Venezuela. Hasta que se lo permitamos.
Es de pensar que la situación hondureña generará respuestas en Chávez, quien, procurando disminuir los efectos que horadan su liderazgo, usará los cada vez reducidos recursos del patrimonio venezolano para sobrevivir, y en tales esfuerzos se hundirá arrastrando al país con él.