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lunes, 19 de abril de 2010

CUBA: "Bienvenidos Compañeros Visitantes"


EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO

http://www.elcorreo.com/alava/v/20100419/mundo/crisis-abre-puno-cuba-20100419.html

Creo que esto va a funcionar bien», afirma Karola Colás, una joven peluquera que hace cinco días se hizo cargo de uno de los cientos de pequeños establecimientos esparcidos por dos municipios de La Habana donde el Estado cubano experimenta con la liberalización de este tipo de servicios, tanto para hombres como para mujeres. Se trata de uno de los avances del tímido proceso de apertura económica llevado a cabo por Raúl Castro, al estilo de China y Vietnam, para revertir la nacionalización de pequeños negocios decretada por Fidel Castro en 1968 pero sin ceder espacios en el terreno político.

A la hora de asumir el nuevo reto, el temor de la mayoría de los nuevos 'propietarios' es cubrir los costos, que no cambien las reglas de juego y que los beneficios compensen el esfuerzo y el trabajo. Colás resume el sentir del gremio: «Tenía miedo de no poder pagar los 993 pesos (unos 34 euros) de alquiler mensual pero aunque tengo que tapizar el sillón y arreglar el local (muy bien situado en una concurrida avenida del barrio de Lawton aunque desvencijado) ya están acudiendo clientes que me animan. 'Te irá bien, mulata' me dicen».

Las peluquerías pagan 1.500 pesos m. n. (moneda nacional) que son al cambio 50 euros por ofrecer más servicios: tintes, permanentes, alisados y manicuras. La tasa se paga por arrendatario y sillón, es decir, si hay dos plazas, la renta se duplica y los que explotan el negocio se convierten en socios para pagar los gastos comunes: agua, electricidad, arreglos, etc. El balance preliminar del experimento de Karola Colás es positivo. Ha ganado unos 700 pesos (24 euros cuando el salario promedio de otros trabajadores es de 17 euros) y casi cubre lo que debe pagar al arrendador, que no es otro que la empresa estatal que la tenía en plantilla.

El Estado, que sigue controlando el 90% de la economía, busca soltar lastre. Con esta medida ya no asigna un administrador, no marca ni precios ni horarios y tampoco paga sueldos, aunque garantiza la pensión de jubilación. Aunque por ahora la iniciativa no representa un porcentaje significativo en el millón de trabajadores que sobran en las plantillas infladas de centros de trabajo, según afirmó el general Castro el 4 de abril. Pero si se extiende a otros pequeños negocios como restaurantes podría absorber parte del exceso de mano laboral improductiva.

Estas liberalizaciones se producen a cuentagotas pese a las peticiones de que se concreten los cambios de «conceptos y estructurales» anunciados por Castro. No obstante, más de 100.000 campesinos han recibido tierras que estaban sin cultivar en usufructo como parte de una iniciativa lanzada porel presidente cubano después de que sustituyera en el cargo a su hermano Fidel en 2006 por razones de enfermedad, de la que aún está convaleciente.

Extensión a otros gremios
En La Habana, también treinta taxistas participan muy satisfechos, como han confirmado este diario, en un proyecto exploratorio del Ministerio de Transporte basado en la misma fórmula que las peluquerías. El Estado alquila el taxi por 39 cuc (peso convertible cubano), es decir unos 31 euros, y 40 pesos m. n. (1,33 euros) diarios. Uno de estos profesionales del volante señala que «además tengo que cuidar y reparar el vehículo pero el negocio compensa».
Los dos gremios se suman así a los miles de 'cuentapropistas' legalizados en 1993. En pleno periodo especial, el régimen permitió actividades autónomas entre artesanos, puestos de comidas rápidas, restaurantes familiares, manicuras y 'boteros', vehículos de los años cincuenta que funcionan como taxis.

El Gobierno comunista, que hace malabares para salir del atolladero económico en que se encuentra el país, agudizado por la crisis mundial, los ciclones de 2008 y el bloqueo estadounidense durante medio siglo, espera con estas medidas reducir gastos, controlar la picaresca y mejorar el rendimiento y la productividad.

Raúl quiere demostrar la intención de hacer algunos cambios, y ha ordenado entregar los salones de Barberías y Peluquería a los trabajadores como muestra de que existe la voluntad de liberalizar la fuerza de trabajo. Lo que se requiere son verdaderos pasos que demuestren la voluntad del régimen de dar sus derechos al pueblo a poseer su pequeña y mediana empresa, sin que el gobierno les tenga que decir cómo y de qué forma tienen que producir. Para esto tiene que existir leyes que garanticen el respeto a la propiedad privada de los medios de producción y un mercado libre donde funcionen las regla de la oferta y la demanda. Este sería un primer paso, que junto a la liberación de los presos políticos, pudieran preparar el camino hacia una real y verdadera democracia en Cuba. Todo lo anterior son las ya conocidas pancartas en las empresas que se ponen cuando viene un control del mando superior: "Bienvenidos Compañeros Visitantes" y se da, ese día, un almuerzo reforzado y merienda a los visitantes y trabajadores, después de la visita, todo vuelve a la normalidad.

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