Foto: Jens Wolf / DPA
(Berlín, 24 de julio – DPA).- No importa lo moderna, original o igualitaria que sea una pareja, en el día de la boda muchas recurren a la tradición, y esto desde hace cientos de años y en todas las culturas, incluso a menudo siguiendo las mismas estructuras y con un simbolismo parecido.
Para muchos, el ramo de novia, la tarta nupcial y las niñas que tiran flores deben formar parte del ritual cuando se decide contraer matrimonio. A pesar de que lleven años viviendo juntos, en muy pocas ocasiones los novios acuden juntos al registro civil o a la iglesia, comenta la teóloga y autora berlinesa Angelika-Benedicta Hirsch.
El casamiento fue y sigue siendo en todas las culturas un ritual de transición que se celebra según unas estructuras muy parecidas y que sigue unos símbolos similares, explica Hirsch.
Estos símbolos tematizan cada una de las tres fases de la boda: separación, transición y unión. O bien simbolizan la suerte, la fertilidad y la riqueza. Y da igual que estos rituales estén pasados de moda.
Sin ellos una boda no se distinguiría de una fiesta de cumpleaños o de una fiesta de verano, comenta el berlinés Froonck Matthée, que se dedica a organizar casamientos. Y hacen de este día un momento especial, agrega.
Por ejemplo, la liga y el juego son muy queridos en muchos países europeos y en los Estados Unidos. En Francia la novia levanta poco a poco su falda, rodeada de los invitados varones, mientras los hombres ofrecen dinero. Cuando la liga llega a verse, el que ofrece la mayor cantidad de dinero se queda con ella.
En Reino Unido la liga se tira al grupo de los hombres a ver quién la atrapa. A veces el novio debe quitársela a la novia con los dientes, explica Froonck Matthée. Pero al mismo tiempo advierte que algunos pueden sentirse incómodos con estos juegos.
El dinero y los regalos son importantes en todas las culturas. Con la subasta de la liga se consigue llenar decentemente la caja de los novios. En Turquía y en Grecia se cuelgan el dinero y los regalos de oro directamente al vestido. En la danza del dólar, que se realiza en los Estados Unidos, los novios bailan cierto tiempo a cambio de dinero que se les mete en las ropas y bolsillos.
En Italia y en Grecia también se reparten almendras azucaradas que simbolizan lo dulce y lo amargo en la vida y también en el matrimonio.
En Inglaterra la novia bebe cuatro semanas después de la boda vino de miel para potenciar su fertilidad. De ahí viene la expresión honeymoon, luna de miel.
El velo es en muchas culturas un símbolo importante y con diversos significados. Cuando el novio levanta el velo es un símbolo de que la mujer soltera se convierte en una mujer casada, explica Hirsch. Pero también se considera una protección frente a los demonios y las miradas de otras mujeres que podrían ser peligrosas en un día como ese.
Los niños que esparcen flores y las damas de honor, que en los Estados Unidos suelen ir vestidas de forma tan pomposa como la novia, son un símbolo para alejar a los malos espíritus. En Austria una prenda interior usada al revés también sirve para despistar a los fantasmas.
El padre de la novia la acompaña hasta el altar o hasta el registro civil en muchas bodas. Este ritual proviene de la antigua Grecia y en realidad ya no está acorde con nuestros tiempos, opina Hirsch. Antiguamente la mujer no disponía de muchos derechos y por eso el padre la entregaba al novio.
En Turquía el novio da una pequeña dote al padre de la novia poco antes de casarse. Al final el novio corta una cinta roja de la cintura de la mujer para sellar el compromiso, explica Matthée.
El cortar conjuntamente el pastel nupcial tiene un gran simbolismo: Quien sostiene la mano con el cuchillo sobre la mano del otro tiene la palabra en el matrimonio, explica Friederike Mauritz. Al mismo tiempo, los comensales observan detenidamente este momento para ver si la pareja es armónica y cómo pasan la prueba.
Los novios tienen en cada cultura un determinado puesto de honor. Pero en algunos países esto tiene un mayor significado que en otros. En Rusia, por ejemplo, los novios son llevados en sillas a través del grupo de los invitados. En el Líbano los invitados rodean con velas en las manos a los novios y éstos bailan en medio del círculo.
La novia acostumbra a ser el centro de la boda, más que el novio. Por eso, en muchas ocasiones suele llevar una corona y simboliza la reina, la diosa, apunta la teóloga Hirsch. En China la novia es llevada a su futuro esposo en una litera.
En muchas culturas los invitados desean a los novios descendencia: así, por ejemplo, en la India se sienta a un niño en la falda de los novios. En España y América Latina cuando se tira arroz se desea tanto la fertilidad como que no falte nada para comer y éxito. En Inglaterra la novia bebe cuatro semanas después de la boda vino de miel para potenciar su fertilidad. De ahí viene la expresión honeymoon, luna de miel.
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