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miércoles, 3 de febrero de 2016

Ramos Allup: La fórmula ideal es que el Presidente renuncie #Venezuela

¡MÁS CLARO NO CANTA UN GALLO! Ramos Allup: La fórmula ideal es que el Presidente renuncie | UnBombazo.com



EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO



¡MÁS CLARO NO CANTA UN GALLO! Ramos Allup: La fórmula ideal es que el Presidente renuncie

allud
Ramos
Allup aseguró que la única manera de salir de la crisis y la “fórmula
ideal es que el Presidente renuncie”, ya que; “muy poco puede cambiar
porque el Gobierno no cambia”.
Dijo que a Nicolás Maduro se lo está tragando la crisis, pero también se está tragando al país.

-Sí, no es un decir. A veces cuando uno expresa cosas dicen que uno es
rudo o directo, pero es una percepción de lo que está pasando, a simple
vista. Maduro es la cola del papagayo, el final de un proceso que empezó
hace 17 años con un modelo que se pudo financiar mientras hubo
excedencia de recursos, y ni así. Ahora le toca hacer como a los hijos
que no pueden renegar del padre. A él se lo va a tragar la crisis porque
no tiene cómo financiar el modelo y siguen asidos a algo fracasado.
¿Qué significa en términos prácticos que se lo trague la crisis?

-El Gobierno se está chupando a sí mismo. La crisis es un bloque.
Tratar de separar la crisis política de la económica y social es un
artificio. Las consecuencias económicas y sociales son por el modelo
político. Si insistes en él no vas a tener corrección de los resultados.
Y si tratas de circunscribir el análisis y el abordamiento (sic) a las
consecuencias y no las causas, vas a quedar atrapado en el mismo error.
Uno se pregunta por qué no se ha producido un reventón. Yo he consultado
con especialistas y me dicen que la gente le tiene más miedo al
reventón mismo, y prefieren padecer las penurias.
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La oposición debió tender la mano al Gobierno en vez de decirle que en seis meses habría una propuesta para sacarlo del poder?

-Lo que dije allí fue lo que la oposición como totalidad, todos los
partidos, suscribimos el 23 de julio de 2015. Allí en uno de esos
acuerdos establecimos que nos comprometíamos en un lapso de seis meses
contados a partir de la asunción de la nueva AN a buscar una salida
constitucional para la cesación del Gobierno. Eso no fue invento
mío. Incluso, cuando suscribimos el documento algunos tuvimos ciertas
reservas, cautelas propias del cálculo político. Eso lo firmamos y está
vigente, fue oferta electoral. Yo si entonces tuve dudas ahora no las
tengo. Estoy convencido que esta crisis no se va a superar mientras este
Gobierno en ejercicio siga insistiendo en las fórmulas erróneas.
¿Qué puede cambiar sin que cambie el Gobierno y qué puede cambiar solo si se sustituye al Gobierno?

-Muy poco puede cambiar porque el Gobierno no cambia. El Gobierno
insiste en aplicar rigurosamente un modelo que ha fracasado en todas
partes. En el decreto de emergencia no hay novedad que no esté contenida
en leyes ya vigentes, pero con cosas agravadas como el corralito,
mayores interferencias en la propiedad privada, etc.
¿Y cómo se sale de esto?

-Vías hay. Para mi gusto, en el momento preciso que no puedo decirlo en
este momento, que se proponga lo que sea menos complicado desde el
punto de vista institucional, menos gravoso y más eficiente. Vamos a ver
cuál será. Yo creo que la fórmula ideal es que el Presidente renuncie.
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¿Qué se puede hacer desde la Asamblea frente a la inacción del Ejecutivo, la tardanza en tomar medidas?

-Nosotros solo podemos hacer lo que está en nuestra competencia:
legislar, controlar y debatir. Ahora, nosotros legislamos y el Ejecutivo
no aplica la ley. Esto vale para el Ejecutivo y para el Judicial.
Nosotros estamos haciendo lo que tenemos que hacer: abrimos la Asamblea,
estamos tratando los temas importantes nacionales. Lo que menos hemos
tratado han sido los temas políticos. Aquí han venido los rectores, los
alcaldes y todo el mundo a plantear sus problemas abiertamente y en
público. La primera gran revolución fue que abrimos la puerta de la
Asamblea para que los medios cubrieran en vivo todo lo que aquí pasa.
Pueden legislar, hacer exhortos y demás, pero el Ejecutivo pudiera ignorarlo. ¿Se sienten con las manos atadas?

-Las manos atadas no. Nosotros tenemos un ámbito de competencias
limitado por la propia Constitución. Nosotros no estamos inhibiéndonos
sino haciendo lo que tenemos que hacer, sorteando los escollos que nos
pone la bancada del Gobierno. Yo creo que la Cámara poco a poco se va
atemperando, normalizando. Si el Ejecutivo no cumple, el Judicial
pudiera poner correcciones, pero tampoco ocurre. Nosotros tenemos
permanentemente el cañón apuntando de un “organismo del Ejecutivo” que
es el Poder Judicial. Tenemos que ir poco a poco viendo cómo corregir
eso, porque ellos no van a ceder.
¿Hasta dónde llega la flexibilidad frente a un poder que tiene ese cañón apuntando?

-Tenemos ese riesgo. Ya Maduro dijo que no va a titular la propiedad de
las urbanizaciones de conformidad con la ley, por ejemplo. Tampoco
podemos ante cada bravata decir vade retro y que vamos a dejar de
trabajar. Vamos a legislar, y si él no la cumple entrará en desacato, no
nosotros. Estamos a la puerta de más conflictos entre poderes, como con
la anulación del nombramiento de nuevos magistrados. A llí está la
comisión. Ellos nombraron magistrados exprés para construir una
ciudadela artillada, de fortín, para desde ahí completar la eventual
neutralización de la Asamblea Nacional. Ahí no hay un currículum. Se
obvió el lapso de impugnación. El escándalo de un candidato perdedor del
PSUV que al día siguiente de quitarse la camisa es magistrado. Ahora,
es perfectamente posible modificar decisiones que se tomaron
anteriormente, y revocarlas. Nosotros aquí tendremos que revisar muchas
leyes.
¿Están preparados para el conflicto de poderes que eso va a generar?

-Conflicto de poderes habrá no porque nosotros lo provoquemos sino
porque el Gobierno lo busque. Ahora, qué vamos a hacer, ¿bajar la
Santamaría e irnos a casa? ¿Decir que no legislamos ni debatimos,
haciendo un menú a gusto del Ejecutivo? No.
Hay un tema no
resuelto: la cuenta sobre la mayoría calificada. El Gobierno dice que
se calcula en base a 167 y por lo tanto no se tendría. Ustedes en 163 y
que sí tienen los dos tercios.
-Claro que la tenemos
porque bajó el quórum a 163. Quien debería resolver el conflicto es la
calculadora, porque es una operación matemática. —No es cuestión de
jurisdicción. Ellos mismos dijeron que cuatro diputados no existían,
cuando debieron dejarlos en ejercicio pero sin desafuero, pero jamás la
cautelar. Lo hicieron así, incluyendo dos magistrados exprés de tres.
Esas son las atrocidades que hemos tenido que sortear.
Pero ya Pedro Carreño dictó línea al Tribunal: son 167

-Esa es la discusión. Pedro Carreño y el Gobierno seguirán diciendo lo
mismo. Si se presenta esa discusión deberemos enfrentarla otra vez.
Ellos siempre amenazan con el Tribunal porque esa es su escopeta, nadie
lo duda.
¿Ha habido contactos con el Ejecutivo más allá de lo logrado a través de Aristóbulo Istúriz?

-Conversaciones ha habido, cuán fructuosas han sido, yo creo que nada.
Puedes hablar con el amigo, pero el resultado es cero. Cuando hablas con
Aristóbulo las cosas que decidimos aquí que no tienen otra instancia,
las aceptan inmediatamente. Incluso, para mostrar la disposición para
resolver las cosas de mejor modo, José Guerra les pasó las preguntas por
escrito para que (los ministros) se prepararan mejor. Incluso se les
llegó a decir que si el Gobierno consideraba que algunos aspectos de las
preguntas eran comprometedores, se trataban aparte. Aquí estuvo Eulogio
del Pino con su equipo que quería comparecer, y a última hora no porque
pidieron puerta cerrada. Esos secretos igual se terminan sabiendo. Pero
también Aristóbulo cuando recibe algo que tienen que hacer una
meditación sesuda responde que debe consultar a una instancia superior.
La próxima vez que hablemos le pediré que me lleve a la casa de esa
instancia superior.
¿De qué han hablado?
-De
todo, desde mándame una cisterna de agua porque no hay ­y me la mandó
rápidamente­ hasta las cosas como las comparecencias. Un montón de
cosas.
¿Aristóbulo es su amigo?
-Sí, cómo no.
Desde hace mucho tiempo. Lo dije en público pero no lo repito mucho no
sea que yo lo queme. Al pobre Aristóbulo le han echado en cara su
original militancia adeca. Creo que fue un excelente nombramiento porque
tiene gran experiencia política, de gobierno y parlamentaria. Creo que
puede ser un buen operador, pero como la canción de Luis Miguel: “si nos
dejan”.
¿Las interpelaciones con Hidroven pueden servir como lienzo a futuro?

-Para desmontar esa matriz de que aquí los funcionarios van a ser
agredidos, insultados. Todos los que han venido han sido tratados con
respeto, con mucha altura. Incluso, a veces en beneficio de esa
normalización, hay preguntas espinosas que los parlamentarios no están
haciendo.
¿Se activarán mecanismos de sanciones para quienes no comparezcan y los que no vinieron?

-Absolutamente. Si no vienen, los mecanismos de la Ley de
Comparecencias serán activados. Eso no es agresión sino por una dejación
de su deber constitucional. Si el Presidente vino y la Fiscal viene el
martes, cómo va a decir un ministro que no viene.
Mientras tanto, la gente sigue haciendo cola. El Gobierno ahora acusa a la oposición de no haberlas acabado.

-Ellos siguen subestimando al común de la gente. La gente sabe que
nosotros no producimos alimentos, no hemos ocupado fincas, no
consideramos delincuente a cualquiera que produzca un litro de leche. La
gente sabe que la escasez no es culpa de nosotros.
¿Para cuándo la Ley de Producción Nacional que también fue oferta de campaña?

-Está en marcha, con una buena cantidad de proyectos como la Ley de
Viviendas o leyes sociales como la de protección y seguridad social a
los agentes del orden público. Hemos ido resolviendo poco a poco. Este
gobierno tiene 17 años, nosotros apenas 17 días.
¿Las leyes sociales buscan minarle el piso político al Gobierno?

-No. La idea es producir leyes que sirvan para resolver problemas. No
quiero repetir la palabra, pero es que el Gobierno se está
“autosuicidando” (risas).
¿Cómo recibieron la AN, recibieron todos los bienes, en qué estado está el edificio?
-Estamos por completar el inventario. Solo te quiero decir que el café aquí lo pago de mi bolsillo. Con eso te digo todo.
¿Es verdad que hay dos o tres camionetas desaparecidas del inventario de la Asamblea?

-No lo sé. No voy a hablar de eso porque todavía estoy completando el
inventario para poder opinar. No sé cuál es el tamaño de la nómina. Yo
sé que el antiguo Congreso funcionaba eficientemente con 1.400 personas,
ahora me han dicho que la nómina puede ser de 6.000. No sé, estamos en
eso. Solo sé que el presupuesto de la Asamblea, en comparación con la
totalidad del Presupuesto Nacional, solamente es de 0,003%.
Cuando Diosdado Cabello le entregó la oficina, alguna palabra debieron intercambiar.

-Nada en particular porque además yo fui muy discreto. Firma y vete,
así muy sencillo. Recuerdo que allí estaba el señor Canorea y otras
personas. Allí está revisándose todo. El Colegio de Contadores me está
ayudando para saber qué cosa es lo que recibo sin contratar una
auditoría privada. Va a ser muy difícil auditar 17 años en 90 días, pero
nos tocará aceptar con reservas. Yo no sé, por ejemplo, cuál es la
ejecución presupuestaria. Lo que sí puedo decir es que no hemos creado
ningún cargo nuevo.
¿Cómo son sus relaciones con Diosdado Cabello ahora?

-Yo lo veo a él muy tenso, muy crispado. Hemos tenido un trato personal
efímero pero respetuoso. Yo lo entiendo, porque después de haber sido
super jefe de la Cámara por tanto tiempo y ahora ver que son minoría eso
produce cierto estado emocional.
Héctor Rodríguez sube a cada rato a su puesto, ¿qué tanto le dice?

-Es que eso es lo normal. Lo que pasa es que en el pasado reciente eso
se perdió. La comunicación fluida intercesiones es normal. Yo soy el
árbitro, lo que hago es pitar el juego. Los acuerdos que yo anuncio
desde arriba no son ocurrencia mía sino que los jefes de fracción se
ponen de acuerdo. Cuando sube Héctor hablamos, él manifiesta quejas, yo
le doy respuesta. Hay que tener tolerancia porque respeto el estado
emocional. Ellos nunca manejaron la cámara así.
¿Y los epítetos que le lanzan, como Loengri Matheus llamándolo “dinosaurio”?

-A mí no me van a provocar. Ese desangelado hizo una intervención
realmente triste y remató con esa “gran genialidad”. Ese muchacho de
inteligencia no se va a morir. Yo pasé de largo porque esos son pequeños
ardides burdos como para que a mí me desencaje. A veces contestando con
donaire sales mucho mejor que con una procacidad como la de ese
diputado.
¿Han notado fracturas en la bancada del PSUV, entre los 54 diputados?

-Hasta ahora yo los veo actuando como bloque. El espíritu de cuerpo se
acera por el instinto de conservación, consecuencia de ese trancazo
electoral. Yo sí le dije a Héctor: “yo no soy quién para darte consejo,
pero yo creo que te tienes que liberar de ese consejo de tutela que
tienes ahí”. No me respondió nada. Es que lo veo tratando de manejar su
bancada con entusiasmo pero tiene a Cilia, Pedro Carreño y Diosdado ahí.



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