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martes, 14 de junio de 2016

Hausmann: #Venezuela vivirá el período económico más negro durante el revocatorio

Hausmann: Venezuela vivirá el período económico más negro durante el revocatorio (+VIDEO)



EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO



"Yo creo que el país ya le perdió la paciencia y
no creo que a Maduro se le pueda dar otra oportunidad."

Hausmann: Venezuela vivirá el período económico más negro durante el revocatorio (+VIDEO)

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La
oficina de Ricardo Hausmann, en Cambridge, tiene la armonía propicia
para dedicarse a pensar cómo resolver difíciles problemas propios de un
economista que se dedica a diseñar políticas públicas. De hecho, este
venezolano, otrora ministro de Planificación del segundo gobierno de
Carlos Andrés Pérez, hoy director del Centro para el Desarrollo
Internacional y profesor de Economía del desarrollo en la Kennedy School
of Government de la Universidad de Harvard, tiene trazadas en su
pizarra algunas líneas de acción en el caso de la crisis de Venezuela.



Pero Hausmann está claro en que ante
el error estratégico en que persiste el heredero de Chávez para
gobernar, no hay posibilidad de solución, por lo que está convencido de
que es inevitable un cambio en las ideas para ejercer el poder. Hausmann
reflexiona que lo que viven los venezolanos dejará un gran aprendizaje,
pero también profundas cicatrices por la magnitud de la destrucción del
Estado y de la sociedad venezolana.


-¿Cuál es su visión de lo que sucede en Venezuela en este momento? ¿Cómo incide en esto la falta de planificación estratégica?


Desde que terminé mi doctorado en Economía en el año 81, he estudiado
muchas situaciones. He trabajado en alrededor de 59 países y nunca he
visto una como la que Venezuela está enfrentando en 2016. Esto es lo
peor que he visto, un colapso en tantas dimensiones y con un costo
social de tal magnitud que no tiene similitudes históricas.


Trabajé en Liberia después de la guerra civil (1999-2003) —claro, un
Estado más pobre— donde muchas más cosas estaban funcionando. Esta es
una situación en la cual el nivel de vida de la gente está colapsando a
un ritmo impresionante, la capacidad productiva está desapareciendo, hay
pocos casos en la historia con los que se pueda comparar la inflación y
la hiperinflación. Y en esos pocos casos no hubo el resto de los
colapsos en materia de educación, salud, de electricidad, seguridad.


Venezuela está viviendo el desastre social más grande que se ha visto casi en el mundo en décadas.


Eso refleja no que ha tenido mala suerte, sino que a pesar de que el
país tuvo la fortuna de tener el boom petrolero más grande y más largo
de su historia, mientras que otros países guardaron para los años de
vacas flacas, Venezuela usó el boom petrolero para quintuplicar su deuda
pública externa, para expropiar al sector privado y dar la sensación al
país de que no importaba si las cosas las administraba el Estado,
porque igual si no las sabía administrar, las podía importar.


Ahora se encuentra en una situación en la que cayó el ingreso
petrolero, tiene una deuda gigantesca y para pagar esa deuda ha dejado
al país muerto de hambre, ha estado liquidando religiosamente su deuda
externa y no ha estado liquidando las importaciones que está haciendo la
economía, y vemos como cierran las empresas, porque no hay divisas con
las cuales mantener al país. Estamos viendo cómo está colapsando
Petróleos de Venezuela (Pdvsa); que a pesar de haberle metido unos 50
mil millones de dólares, —que son como dos años de exportación de
petróleo—al parque termoeléctrico del país y no hay electricidad, porque
esas plantas no las saben operar. Este desastre donde la gente está
dispuesta a pasar horas y horas de cola para ver si come algo, es el
reflejo de un fracaso en la conducción económica y social del país a
pesar de la buena suerte. Y eso la historia lo va a tener que reconocer
así.


-¿Es posible tomar correctivos de fondo con este gobierno?
¿Existe comprensión tanto en el gobierno como en la oposición de los
graves problemas que hay en Venezuela?



Este gobierno ha invertido —y ha sido muy efectivo— en desinformar.
Esconde la información sobre lo que está pasando, ni siquiera quiere
saber lo que está pasando; manda a parar la recolección de datos porque
no le va a gustar leerlos si los recolectaran.


La oposición venezolana tiene el problema de no saber la magnitud del
problema. Yo paso mucho más tiempo del que quisiera tratando de
averiguar cuál es la situación de Venezuela, pero con muchísimas dudas
sobre una cantidad de cosas porque este es el gobierno más opaco que hay
en el mundo hoy, en todo caso, en América Latina no hay un gobierno tan
opaco como este.


Venezuela es el único país del mundo que tiene el retraso más grande
en sus obligaciones de información al Fondo Monetario Internacional
(FMI). La última vez que se informó plenamente lo que estaba ocurriendo
fue en 2004. El FMI es una organización que está plenamente informada de
lo que sucede en Ecuador y le presta plata a Ecuador. También de lo que
pasa en Nicaragua, pero nadie está informado de lo que ocurre en el
país, y la oposición se está tratando de imaginar la magnitud del
problema.Parte del problema es entender qué es lo que no entendemos.
Saber más o menos qué es lo que sabemos y lo que no.


-¿Cómo se puede aproximar el ciudadano, —ciudadano en tanto quienes conforman gobierno y oposición— a una solución a la crisis?


Tuvimos una estrategia económica en la que el Estado intentó no
empoderar a la sociedad, no acompañarla, sino por el contrario sustituir
a la sociedad. Hemos caído en una dinámica donde pensamos que todos los
problemas tiene que resolverlos el gobierno, no que estos problemas los
resuelve la sociedad y lo que necesita es el acompañamiento del
gobierno, pero no que este los resuelva.


Para eso existe el mercado, la iniciativa privada. ¿De cuándo a acá
los gobiernos son responsables de que haya comida? La comida la genera
el mercado, los agricultores, los agroindustriales; las medicinas las
genera el sector farmacéutico, no es que todas las cosas dependen de que
el gobierno haga algo, sino que el gobierno empodere a la sociedad para
que esta pueda hacer cosas.


La actividad privada no se puede dar porque nada es invertible, es
decir, no se puede invertir en nada porque no te dejan comprar divisas,
porque no te dejan vender a unos precios en los que recuperes los
costos, porque te tienen acosado como enemigo. Bajo esas circunstancias,
la sociedad no puede resolver sus propios problemas. El gobierno ha
querido controlar y sustituir a la sociedad en un conjunto de
actividades que no sabe administrar: se cogió el acero y lo quebró; al
sector cemento lo hundió, también al azucarero; hizo lo mismo con el
sector automercado y ellos mismos dicen que el Bicentenario (la red de
distribución de alimentos del Estado) es un desastre.


Es un gobierno que ha tratado de sustituir a la sociedad y ha fracaso
como Estado. Está muy claro el camino que hay que seguir: devolver el
poder a la sociedad para que resuelva los problemas que tiene, para que
pueda generar su propia comida, sus propias medicinas, y tener un Estado
que la acompañe, que la eduque, que la resguarde, que le provea la
infraestructura necesaria, que adjudique los conflictos de manera justa,
pero que no pretenda sustituir a la sociedad. Ese intento del Estado de
sustituir a la sociedad la destruyó y lo quebró.


-¿Hay posibilidad de conseguir una solución a la crisis con este gobierno?


Definitivamente no, punto. Pero esta es una crisis creada por las
personas y las personas pueden salir de esta crisis. Venezuela no tiene
por qué vivir en esta situación. No es que nos cayó una plaga, fue
creada por error tras error, estupidez tras estupidez, crimen tras
crimen, que nos han llevado a donde estamos.


«Si no quieres caer tan hondo deja de cavar», y si
nosotros dejamos de cavar, y nos movemos en dirección contraria, estoy
convencido de que Venezuela puede recuperarse en un plazo razonable.
Pero no pensando en pajaritos preñados ni hablando con pajaritos, sino
entendiendo la realidad profunda y gravísima de nuestros problemas;
entendiendo cómo se pueden atender para salir de donde estamos. Yo sí
creo que después de una transición política en Venezuela, puede venir
una recuperación económica relativamente rápida.



-¿Cómo se pueden tomar los correctivos de fondo, cuando quien
tiene que hacerlos, no comprende el problema? ¿Significa esto que
primero tiene que generarse una transición en el poder político para que
puedan resolverse los problemas en Venezuela?



Este no fue un error gerencial del gobierno. Venezuela está viviendo
un error estratégico del gobierno, es el modelo de sociedad, de Estado,
es la concepción de la relación entre el Estado y la gente. Es la
concepción de lo que son los retos del país, es toda una visión enferma
del mundo. En todos los considerandos del decreto de emergencia, el
presidente Maduro cree que el desastre que está viviendo Venezuela es
causado por agentes externos que están destruyendo al país.


Que nos explique, por favor, por qué no están destruyendo a
Nicaragua, a El Salvador, a Bolivia. Por qué Bolivia tiene superávit
fiscal, inflación de un dígito y un solo tipo de cambio, y la economía
está creciendo si, supuestamente, esta guerra económica debería ser
también contra ellos.  El gobierno no es capaz de tomar
responsabilidad por los resultados de lo que está ocurriendo en
Venezuela, siempre está en la onda de echarle la culpa a otros y todas
las ideas que tiene para resolver la crisis no resuelven nada.

Dar un día libre a la gente para que pueda hacer cola quiere decir que
hay menos producción y más gente comprando menos cosas, es decir, colas
más largas; o que la solución al desabastecimiento es meter más policías
—no más gente— a producir. Este es un gobierno que no es capaz de
reconocer ni siquiera que no sabe operar el parque eléctrico y no está
dispuesto a que nadie lo opere. Lo que está viviendo Venezuela no se
puede resolver por las personas que, con sus capacidades, crearon esta
realidad. Venezuela no puede salir (adelante) sin un cambio político.



-¿Cómo se moviliza ese cambio?


Con la estrategia que ha definido la MUD, que quiere promover la
salida de este gobierno por la vía constitucional, con el referéndum
revocatorio. Eso es una inversión muy importante de tiempo, porque ese
período va a ser el más negro en la historia de Venezuela.


El período que va desde que haya un referéndum
revocatorio y luego haya una elección y se instale un nuevo gobierno, lo
va a vivir (el país) como el más negro de su historia, con la tasas de
inflación más alta, el colapso más grande de su producción y de los
niveles de vida. Pero creo que de ahí va a salir un gobierno con un
mandato: «nunca más vamos a caer en este tipo de desastre».



¿Cuáles son las lecciones que tenemos que sacar de esto? ¿Qué es lo
que nunca más vamos a permitir que otro gobierno venga a vendernos?
¿Cuáles son las cosas que no podemos permitir que se hagan porque nos
ponen en una situación de vulnerabilidad como personas, como familia,
como sociedad? Creo que tiene que salir de ahí un aprendizaje social
profundo. Los venezolanos han perdido la alegría, el entusiasmo que los
caracterizaban; esas características regresarán con un aprendizaje
profundo, pero creo que, a la larga, nos hará un mejor país.


- La única intención de tomar medidas de políticas de libre
mercado fue la del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, cuando usted
fue ministro de Cordiplan (Planificación) y fracasó. Los gobiernos
anteriores y posteriores a ese intento han sido de corte populista y
socialista en diferentes grados de intensidad. ¿Está la sociedad
venezolana preparada para que el país se enrumbe hacia una economía de
libre mercado?



El trauma de 1989 se debió a que entre 1986 y 1988 Venezuela se
manejó de una forma parecida, aunque no tan desastrosa a la situación
actual. Había un régimen de cambio múltiple, controles de precios, de
importaciones, el precio del petróleo bajó y no hubo otra forma que
salir de ella que reestructurar la deuda externa, pedir apoyo financiero
internacional, unificar los tipos de cambio, liberar los precios para
que reapareciera la producción. El año 89 fue durísimo, pero los años
90, 91 y 92 la economía venía creciendo relativamente bien. Digo esto no
para justificar las decisiones del gobierno de Pérez porque a
diferencia del 89 la catástrofe la vamos a ver antes de que se tomen
medidas, no después, porque la economía está en proceso de implosión.


En el momento en que se tomen medidas vamos a comenzar a ver la
recuperación. La situación actual y la del 89 tienen similitudes
profundas, siendo esta muchísimo más grave, y probablemente tengamos que
aprender de esta y otras experiencias para poder salir de donde
estamos.


- ¿Está preparada la sociedad venezolana para enrumbarse
hacia una economía liberal? ¿Hacia la construcción de una democracia de
corte liberal?



El gobierno ha fijado un nivel de precios que genera colas, pero se
ha creado en paralelo una economía de mercado donde la gente vende,
compra, se rebusca, bachaquea (intermedia). Lo que es normal en una
economía de mercado es que compras barato en un sitio y lo vendes caro
en otro, o compras insumos, los trabajas y los vendes más caro y de eso
vives. La única razón para llamar esto bachaqueo es porque lo compras en
un mercado regulado y lo vendes en un mercado libre. Cuando todos los
mercados son libres no se llama bachaqueo.


El futuro de Venezuela está por escribirse, no puedo imaginar qué
está pasando por la cabeza de tantas madres y padres de familia, ni de
jóvenes que están tratando de imaginarse su futuro en una situación tan
catastrófica como esta. Ellos no merecen tener la precariedad y las
dificultades que están pasando y no pueden permitir que esta desgracia
que les ha tocado vivir en carne propia la tengan que volver a vivir
ellos o sus hijos. Yo espero que de aquí salga un aprendizaje muy
importante porque es un trauma que va a dejar muchas huellas y
cicatrices.


- Hace dos años escribió un artículo sobre default de
Venezuela. El gobierno ha decidido hacer un default comercial
(proveedores) y no financiero (acreedores de los bonos del Estado).
¿Cuál es su visión de esto en función del deterioro de la economía
venezolana? ¿Cree que se puede hablar de un default moral?



El gobierno ha hecho default a todo salvo a Wall
Street. Ha dejado de pagar e incumplido sus obligaciones financieras y
no financieras. Le ha hecho default al valor real del salario, a las
universidades, a los oferentes de medicinas, de comida, a los taladros
de Pdvsa, pero ha tenido esta relación peculiar con Wall Street. El
gobierno los ha tratado con guante de seda, pero Wall Street viendo cómo
están tratando a todos los demás, se dice esto: «es pan para hoy y
hambre para mañana» y piensa que es el país más riesgoso del mundo y por
eso no tiene acceso a Wall Street. En el futuro me puedo imaginar
investigadores económicos tratando de explicar cuál pudo haber sido la
razón de un comportamiento tan bizarro (bizarro en el sentido sajón, portugués, o francés, por “extraño”, “raro”, “sórdido”. NR).



- ¿Cuáles son los consensos sociales necesarios para que el
cambio, que según su visión debe darse en Venezuela, efectivamente se
materialice?



El consenso básico de una sociedad se refleja en su Constitución. Hay
que hacerla cumplir. Dice que los venezolanos tienen derecho a un
referéndum revocatorio, y han dado todas las firmas necesarias. El
Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia están
jugando con la voluntad popular. El presidente Maduro está escondiéndose
de la voluntad popular. Ese es el primer consenso que se ha roto.


Tenemos un gobierno que está fuera de la Constitución, que pretende
perpetuarse y que hasta el día de hoy no ha dado una pequeña muestra de
querer un entendimiento. Y honestamente uno no puede sentarse a hablar
con un gobierno cuando tiene tantos presos políticos injustamente
encarcelados, privados de libertad y torturados. Esa no es la forma como
una sociedad dirime sus diferencias políticas o trata de buscar
acuerdos. Esta ha sido la estrategia de este gobierno: no sentarse, no
negociar, no escuchar. Yo creo que el país ya le perdió la paciencia y
no creo que a Maduro se le pueda dar otra oportunidad.



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