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martes, 22 de noviembre de 2016

MCM Es la hora del ciudadano ante la traición de la #MUD y contra la Dictadura de Narco-Maduro

MCM llama a crear nuevo frente opositor que se plante ante la dictadura de Maduro



EL MOVIMIENTO BLOGGER, ESTA LLAMADO A SER EL CATALIZADOR MORAL DE LOS GOBIERNOS, ANTE LOS OJOS DEL MUNDO



El diálogo en Venezuela ha sido un fracaso y un engaño, así lo
calificó María Corina Machado, coordinadora nacional de Vente Venezuela,
quien en una entrevista exclusiva con PanAm Post propuso la
creación de una nueva organización civil y política que no dependa de
los partidos políticos y que luche con convicción por la democracia en
el país suramericano.

Machado señaló que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) debe
hacerse un replanteamiento para que “se abra a otras organizaciones
civiles en el país”; al tiempo que aseguró que no se trata de tener una
posición radical ni divisionista sino de expresar democráticamente lo
que para ella y su organización es la salida de la dictadura en
Venezuela.



Aunque no precisó de qué se trata lo que realmente se negocia en la
mesa de diálogo entre partidos de oposición y el chavismo, María Corina
Machado hizo mención a presuntos “acuerdos geopolíticos” que buscan
sacrificar la dignidad de los venezolanos.

Machado resaltó que quienes se salieron de la agenda consultada a
todo el país fueron “tres partidos políticos de oposición” que no
representan a la mayoría; esto, en referencia a los partidos que se
unieron a la mesa de negociación con el chavismo.


Venezuela se encuentra en una etapa histórica de diálogo
entre el Gobierno y la oposición, ¿qué se ha logrado en la mesa de
negociación?

El resultado ha sido terrible, porque lejos de favorecer y acelerar a
un proceso de transición hacia la democracia, lo que se ha logrado es
la entrega de lo más importante que tiene la lucha de la democracia que
es la fuerza de la gente.

Estamos enfrentando una dictadura pero no cualquier dictadura; es una
dictadura militarista, cruel y corrupta hasta la médula, absolutamente
criminal. Ha quedado evidenciado que el régimen en Venezuela ha dejado
de ser un proyecto político para transformarse en una organización criminal.

El régimen buscó el diálogo para desmovilizar la presión ciudadana y
lo logró. Querían parar la agenda de la Asamblea Nacional que iba a la
ofensiva con el juicio político para la destitución de Maduro y lo logró. Logró que se entregara la mayoría de la Asamblea Nacional (AN) al desincorporar a los tres representantes del estado Amazonas y con ello la mayoría calificada en la AN.

Uno se pregunta también si no se entregó la fuerza y el apoyo y la
iniciativa de demócratas del mundo, luego de que se reconociera el 20 de
octubre, la existencia de una dictadura y la ruptura del orden
constitucional en Venezuela cuando se bloqueó el referendo revocatorio y
que llevó a una enorme presión para la aplicación de la Carta
Democrática de la OEA.

¿En la mesa de diálogo la oposición no ha logrado nada?

Bueno hasta ahora se han liberado algunos rehenes, porque así hay que
llamar a los presos políticos en Venezuela. Pero el problema es que
liberan a cinco, pero encarcelan a 13. Uno sale por delante y varios
entran por detrás.

Y la realidad es que con un régimen de esta naturaleza no se puede
negociar a los presos políticos de esa manera. Lo que está en juego es
una transición que imponga un sistema de justicia con jueces probos,
autónomos e independientes que liberen no a cuatro ni a cinco presos
políticos, sino a todos los presos políticos que existen en el país y permitan el regreso de los exiliados y que cese la persecución; de eso se trata.

Hay quienes piensan que antes de iniciar el diálogo, el
gobierno estaba en su punto de quiebre,¿considera que el gobierno de
Nicolás Maduro estuvo a punto de salir antes de iniciar el diálogo?

Efectivamente y así lo he dicho, Nicolás Maduro y
su régimen estaban claramente en una posición que los acercaba a tener
que reconocer y aceptar un proceso de transición de manera inminente
porque las tres fuerzas fundamentales que enfrentan y derrotan una
dictadura estaban alineadas: la presión de la gente en la calle, la
ofensiva institucional en la Asamblea Nacional y la presión de la
comunidad internacional.

Era evidente que el gobierno estaba en un claro punto de quiebre y
por eso actuaron como actuaron y en su desesperación, fueron a buscar lo
que pensaron que era la única opción de darle cierta legitimidad a su
planteamiento con El Vaticano.





De ser así, ¿cómo de la noche a la mañana se accedió a un diálogo si la salida era inminente?

No lo entiende nadie y los venezolanos tenemos todos el derecho a
exigir con firmeza y con claridad respuestas de quienes ejercen
funciones de dirigencia de las fuerzas democráticas.

Yo quiero insistir en este punto, la agenda unitaria, la que fue
consultada, la que avalamos los ciudadanos en la calle es la agenda del
26 de octubre ratificada ese día con la Toma de Venezuela por millones de venezolanos.

Quienes salen de la unidad fueron tres partidos políticos que sin
consultarlo con nadie, sin que ello se haya debatido o acordado amanecen
sentados en una mesa de diálogo. Esa fue la decisión que se salió de la
unidad y que como me decía en estos días Monseñor Ovidio Pérez Morales,
es claramente una posición inspirada en Cuba que tiene dos objetivos:
uno es dividir a la oposición y otro es debilitar la credibilidad y la
imagen de la iglesia Católica.

Ninguna de esas dos cosas podemos permitir que ocurra, pero para ello
tiene que haber una responsabilidad clara y asumida de quienes
iniciaron ese camino y reconocer que hoy tres semanas después se ha
desmovilizado al país, se ha profundizado la falta de confianza y
credibilidad de los ciudadanos en este proceso y que es el momento de
retomar la agenda unitaria. Es decir, suspender este diálogo.

Tenemos que asumir una posición de fuerza, no una posición de
debilidad. ¿Cómo es posible que se acepte la desincorporación política
de los tres diputados de Amazonas?, eso es claramente entregar lo
innegociable. Y hay que tener muy claro que cuando se va a una mesa de
diálogo en esos términos, el objetivo es uno, es la obtención de una
fecha, eso es lo que los venezolanos estábamos exigiendo, la fecha del referendo revocatorio; y si no, pues la fecha de unas elecciones presidenciales y ya.

Eso es lo que espera el país, y no dejarnos engañar o confundir con
otros supuestos ofrecimientos que al final no se concretan como hemos
visto.

¿Usted ha comentado todo esto a la MUD?, ¿qué le responden?

Por su puesto que lo hemos comentado, no una, sino cientos de veces; en reuniones, por escrito, y también públicamente.

Hay quienes dicen que las diferencias dentro de las fuerzas
democráticas no se pueden ventilar públicamente y yo digo: ¡Ya va!
¿somos o no somos demócratas?, ¿creemos o no creemos en el escrutinio
ciudadano?, ¿en la participación ciudadana?.

Ese criterio de bloquearse a la gente es lo que funciona dentro del
PSUV (partido de gobierno) y los movimientos con vocación totalitaria.
Es decir, se toma una decisión, se impone y nadie cuestiona.

Por el contrario, si somos demócratas, si creemos en una democracia
es públicamente que se debaten los puntos de vista, lejos de considerar
eso un elemento de debilidad.

Es un elemento de fortaleza que la gente conozca las distintas
posiciones, que los ciudadanos opinen y por encima de todo, que quienes
ejercen cargos de liderazgo escuchen a la gente y eso es lo que yo
planteo hoy.

Es inadmisible que la MUD o cualquier otra coalición democrática se
niegue a la autocrítica y a escuchar los planteamientos de los
ciudadanos.

Venezuela habló el seis de diciembre y dio un mandato, el mandato es
un cambio político ya porque el país no da más; porque los tiempos de la
gente no son los tiempos de acuerdos políticos que pueden convenir a
uno o a otro partido.

Ese mandato del 6 de diciembre lo tenemos que cumplir todos, tanto el
régimen como la oposición. Y eso es lo que está en juego en esta hora,
la MUD tiene la obligación de escuchar a la gente y respetar su
decisión.

¿A qué se refiere cuando hace mención a unos acuerdos
políticos que benefician a unos o a otros? ¿Qué acuerdos políticos se
estarían negociando para que estos partidos políticos de la MUD no
decidan pararse de la mesa?

Es que aquí lo único que puede estar sobre la mesa y que no se puede
negociar es la Constitución. Es lo único que se puede llevar a la mesa y
decir: de aquí no nos movemos.

La Constitución establece la vía institucional para el referendo
revocatorio para la cual cumplimos todos los requisitos, por lo tanto de
allí no nos podemos salir. Así el régimen haga ofrecimientos aquí no
hay más nada que hablar. Eso es lo que los venezolanos esperamos de
quienes vienen a representarnos en cualquier instancia política.

Sí creemos que una transición requiere un espacio de acuerdo y
negociación, pero a esa transición se debe llegar con una posición de
firmeza aferrados a los principios y ejerciendo la fuerza que tenemos,
hay que actuar como la inmensa mayoría que somos, no desde una posición
de minoría que es lo que hoy representa al régimen.


Pero los venezolanos ven y opinan que una transición no es
precisamente lo que se está hablando en la mesa de diálogo, entonces
¿realmente qué es lo que se está hablando?, ¿qué se está negociando por
detrás de bastidores entonces?

Precisamente por eso hay que detener este proceso; diálogo sí, pero
así no. Por eso hay que detenerlo ya, por eso hay que entender que esta
vía representa llegar hasta el 2019 con Maduro en el poder y el 2019 es
el dos mil siempre.

Es acatar lo que ha sido el diseño del régimen castro comunista
y debo decirlo, algunos acuerdos geopolíticos en la región que dicen: a
nosotros no nos conviene inestabilidad en Venezuela, no nos conviene
que se alborote el avispero, vamos a mantener las cosas tranquilitas,
vamos a empujar esto, que los venezolanos se resignen, que aguanten, que
esperen.

¿Qué esperemos qué? cuántos más muertos, cómo le pides tú a una mamá
que está haciendo una cola desesperada y que hace 18 meses no le da un
tetero a sus hijos, y que cuando al fin consigue un alimento básico por
ser importado no le alcanza el dinero, ¿cómo les podemos decir que
esperen hasta el 2019?.

O al abuelo que ve que se le va del país su último nieto, o al
comerciante que le bajan la santamaría, que les roban sus mercancías, y
que además lo acusan de especulador.

¿Qué más podemos esperar cuando nos están secuestrando a los niños de
las escuelas como pasó la semana pasada en el estado Aragua?.

Acuerdos de orden geopolítico dicen que no vamos a perturbar el
acuerdo de apertura con Cuba, o no vamos a perturbar el acuerdo de paz
en Colombia, y que Venezuela se aguante. Eso es moralmente inaceptable y
los venezolanos tenemos no solo el derecho, sino también el deber de
revelarnos frente a cualquier acuerdo que pretenda sacrificar a Venezuela.

Eso implica llamar las cosas por su nombre e increpar no solamente a
quienes se han sentado en nombre de las fuerzas democráticas que
representan a tres partidos pero que no representan a toda la MUD, y
desde luego mucho menos a toda la comunidad venezolana.

Pero también increpar a quienes están ahí como mediadores o
acompañantes, decirles que Venezuela entera no acompaña este proceso.

Ahora, de levantarse de la mesa, ¿cuál es el camino a seguir, la ruta para salir del gobierno de Nicolás Maduro antes del 2019?

Yo creo que la ruta está clarísima, y es la ruta unitaria que
adoptamos antes de que se iniciara el diálogo; por algo desesperadamente
el régimen buscó pararla porque sabía para donde iba. En primer lugar
una dictadura se enfrenta con gente en las calles pero eso sí, de manera
cívica, organizada e inteligente.

No caigamos en ese chantaje que nos dicen que si protestamos es
porque somos violentos; ese dilema falso y cruel de que la única opción
son o muertos o diálogo, o violencia o sumisión. No señor, en el medio
hay una ruta clara de movilización efectiva que es el referendo
revocatorio, y si lo niegan, el juicio político.

Entonces, los venezolanos en las calles y firmes, segundo, la Asamblea Nacional
a la ofensiva reconociendo el juicio político que lleve a la
destitución de Nicolás Maduro por el abandono del cargo; y en tercer
lugar la presión internacional llamando a las cosas por su nombre y
aplicándose de inmediato la Carta Democrática Interamericana; y desde
luego los otros espacios como en el caso de Mercosur
dejando bien claro de qué manera hoy en día, Venezuela viola todas las
cláusulas democráticas de las organizaciones en las que forma parte.

¿Qué va a pasar con la MUD? porque al parecer está perdiendo apoyo popular tras participar en este diálogo.

Desde luego que es necesaria una coordinación para todas las fuerzas
democráticas, pero esta no es una lucha política, esta es una lucha
ciudadana en la cual todas las fuerzas deben estar representadas. Ya no
basta con tener una coordinación de partidos que fueron diseñados para
una contienda electoral. Hoy se requiere la participación y coordinación
entre todos los sectores de la sociedad.

Las voces de los estudiantes, trabajadores, enfermeras, médicos,
profesores, maestros, madres, trabajadores informales; tiene que
plantearse un gran frente, un gran movimiento ciudadano que permita que
todas estas fuerzas estemos participando junto a los partidos políticos
que son necesarios, pero que no son suficientes.

Eso es lo que hoy la Mesa de la Unidad tiene que entender. Nosotros
tenemos años planteando que hay que abrirse; hay que luchar y llegado
este momento no hay otra opción, el tiempo ha llegado es la hora de los
ciudadanos que no vamos a claudicar y que no vamos a permitir que
negocien por nosotros nuestros derechos; hemos decidido avanzar.

Y se lo decimos a todos, a aquellos que estén en Venezuela o fuera
del país que pretendan acallar las voces: no vamos a permitir que se
sacrifique Venezuela.

Esto tiene un costo, de decir las cosas que te estoy diciendo. Nos
han acusado de ser divisionistas, exagerados, nos han llamado radicales
porque decimos que esto es una dictadura,
nos dijeron exagerados cuando dijimos que venía una crisis humanitaria,
que era infundadas las acusaciones de que se estaba construyendo un
régimen como organización criminal. Todo esto tiene un costo, pero para
los venezolanos es un tema de vida o muerte y así lo asumimos.

¿Radical? radical es el hambre en Venezuela, radical es la violencia
desatada que se lleva 70 vidas diariamente; eso es radical. Y frente a
este régimen hay que asumir posiciones de firmeza. Es la hora del
coraje, la hora de la valentía que eso sí es verdad que no escasea en
Venezuela.


¿Cuál es entonces el próximo llamado de Vente Venezuela y si se va a unir con otras organizaciones civiles?

Lo que planteamos esta semana, retomemos la agenda unitaria. Juicio
ciudadano en las calles contra Nicolás Maduro; eso implica
movilizaciones, asambleas, firmas; todo lo que signifique que el
ciudadano se manifieste para pedir la destitución inmediata de Nicolás
Maduro.

Presión para avanzar en la Asamblea para un juicio político contra Nicolás Maduro.

Y por último transmitirle a toda la comunidad democrática
internacional que ha llegado la hora de retomar la agenda de la Carta
Democrática y la presión en la OEA.
Esa es la agenda, la que funciona, la que estaba en marcha, la que
encerró al régimen y es la que vamos a retomar; eso sí, con una gran
unidad, con un gran movimiento ciudadano con todos los partidos que
están o no están en la MUD pero que se incorpore a todos los sectores
sociales que hoy exigen que se les escuche y que se les abran espacios
de participación.

¿Un juicio político contra Nicolás Maduro no sería bloqueado por
el TSJ con una nueva sentencia como lo ha hecho en otras ocasiones?

Claro, y es lo mismo que ha hecho con las otras iniciativas; y eso
lejos de detenernos y darle pausa, lo que significa es que tenemos que
acelerar.

Lo que no podemos permitir es que esa sala inconstitucional sea la
que establezca la agenda y los límites a la lucha por la democracia en
Venezuela. Para eso no se eligió a la Asamblea Nacional.

En una frase ¿Cómo califica al diálogo en Venezuela?

Un fracaso, fue un engaño. Y aprendiendo de esto vamos a retomar la
lucha, a reconstruir toda la fuerza para cuando vayamos a una verdadera
negociación se sepa que sí se puede derrotar a una dictadura cuando
existe la determinación y claridad de cuál es la estrategia y para dónde
vamos.



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